El agua es vital para todas las formas de vida conocidas, aunque no aporta calorías ni nutrientes orgánicos. El cuerpo humano contiene de 55% a 78% de agua, dependiendo del tamaño corporal.
Para funcionar correctamente, el cuerpo necesita entre uno y siete litros de agua al día para evitar la deshidratación. Los riñones sanos pueden excretar de 0,8 a 1 litro de agua por hora, pero el estrés, asi como el ejercicio, puede reducir esta cantidad. Los estudios han demostrado que la ingesta adicional de agua, especialmente hasta 16 oz a la hora de las comidas, se asocia con la pérdida de peso natural. La ingesta adecuada de líquidos es útil para prevenir el estreñimiento.

La mayor parte del agua se encuentra en alimentos preparados, frutas y bebidas. Específicamente, las mujeres embarazadas y en período de lactancia necesitan líquidos adicionales para mantenerse hidratadas. Solo el 20% de la ingesta de agua proviene de los alimentos, mientras que el resto proviene del agua potable y las bebidas (incluida la cafeína). El agua se excreta del cuerpo en múltiples formas; incluida la sudoración común y la exhalación de vapor de agua en la respiración.

Con el esfuerzo físico y la exposición al calor, la pérdida de agua aumentará y las necesidades diarias de líquidos también pueden aumentar